Una isla artificial es una isla que ha sido formada por el ser humano en vez de por procesos naturales. Generalmente son construidas sobre algún pequeño filón, usando arena o rocas o como una expansión de una o varias isletas. Las islas artificiales tradicionales son creadas mediante tierras ganadas al mar, aunque algunas estructuras más recientes son construidas de forma similar a las plataformas petroleras. Otro tipo de isla artificial es formado por el aislamiento de una zona mediante la construcción de canales.
A pesar de tener una imagen de modernas, las islas artificiales tienen una larga historia en diversos puntos del planeta, desde los crannógs en la Escocia e Irlanda prehistórica, los centros ceremoniales Nan Madol de Micronesia y las islas flotantes del lago Titicaca en Bolivia y Perú.
La ciudad de Tenochtitlán, precedente azteca de la Ciudad de México, estaba ubicada en una pequeña isla natural en el lago de Texcoco y rodeado de innumerables islas artificiales, principalmente islas Chinampa.
Muchas islas artificiales han sido construidas en puertos urbanos por distintos motivos. Un ejemplo es la isla Dejima, construida en la bahía de Nagasaki en Japón durante el período Edo. Durante la etapa aislacionista, navegantes neerlandeses tenían prohibida la entrada a Nagasaki, y los japoneses la tenían prohibida en Dejima.
Hong Kong es una ciudad que utiliza frecuentemente terreno artificial para la construcción de nuevos rascacielos y otras construcciones. Popularmente se dice que Hong Kong es prácticamente tierra construida por el ser humano.
En la bahía de Osaka, Japón, el Aeropuerto Internacional de Kansai fue construido sobre una isla artificial, en la obra de ingeniería civil más costosa de la era moderna.